Sacamuelas

«…En tanto vinieron unos demonios con unas cadenas de muelas y dientes haciendo bragueros, y en esto conocí que eran sacamuelas, el oficio más maldito del mundo, pues no sirven sino de despoblar bocas y adelantar la vejez.»

 

Francisco de Quevedo

¿Quiénes eran los sacamuelas? Barberos y peluqueros que iban de pueblo en pueblo ejerciendo de “dentistas” y arrancando los dientes y muelas de todos lo que se cruzaran por su camino. 

Este tema, que fue uno de los preferidos de los pintores flamencos del siglo XVII, siempre se trató con un toque de humor y sarcasmo porque el sacamuelas se identificaba con un charlatán engañabobos. 

¿Quiénes están en la escena? Un pobre paciente dolorido que pide clemencia, curiosos impresionados y aterrorizados – ¿tendrán que pasar por lo mismo? – y el pseudodentista en plena operación que nos mira con descaro y arrogancia. 

Sobre la mesa se despliega todo el instrumental quirúrgico y algunos diplomas, seguramente sospechosos… Pero, ¿ qué lleva colgado en el cuello este personaje ? Un collar hecho de muelas, el objeto que acredita su experiencia y valida su trayectoria. Una carta de presentación única que luce orgulloso mientras los futuros clientes observan atentamente su trabajo y esperan su turno.