Reflejo

Esta pintura de Jan van Eyck nos invita a participar de una celebración: el matrimonio (concertado) entre Giovanni Arnolfini, un rico comerciante italiano que trabajó en Brujas, y Giovanna Cenami que provenía de una de las familias más acaudaladas de Italia.

En el centro de la escena, al fondo, hay un espejo rodeado por un marco con diez escenas de la pasión de Cristo que reafirman la simbología religiosa de speculum sine macula y junto a él hay colgado un rosario. Este espejo nos permite ver lo que queda fuera del cuadro: dos personajes asomados a la puerta de la habitación que pueden entenderse como los testigos necesarios para la celebración de cualquier matrimonio. Esta idea es confirmada por la firma de la pared, donde el pintor ha escrito lo siguiente: Johannes de Eyck fuit hic (Jan van Eyck estaba allí), haciéndose testigo público del matrimonio.

El espejo convexo ha sido un recurso utilizado posteriormente por algunos pintores neerlandeses, como Robert Campin, Petrus Christus o Quinten Massys.

La pintura formó parte de las colecciones reales españolas hasta principios del siglo XIX. ¿Se inspiraría Velázquez en esta obra para pintar las meninas 222 años después?