Maternidades
Lilla Cabot Perry. The blue kimono, 1915.
Colección privada.
Lilla Cabot Perry. The blue kimono, 1915.
Colección privada.
¿Cómo se ha representado la maternidad en la Historia del Arte occidental? ¿Quienes han reflejado este tema en sus pinturas?
La búsqueda del ideal romántico de la maternidad, su elevación y conexión con lo religioso, dio como resultado una representación masculina y edulcorada del hecho de ser madre durante siglos.
Esther Vivas, periodista, activista y escritora del libro Mamá desobediente lo resume de manera muy clara: “Tenemos una imagen edulcorada de la maternidad, fruto del discurso que tenemos desde hace años. Y todo aquello que es percibido como un fracaso social de la maternidad, desde la infertilidad pasando por una pérdida gestacional hasta una depresión posparto, no se nombra. Hablar en voz alta de estas experiencias ayuda a normalizarlas y a vivirlas con menos culpa y soledad”.
Solo a partir de finales del XIX, cuando algunas artistas consiguieron cierto espacio en el panorama artístico europeo, la maternidad se empezó a representar de manera diversa haciendo visibles sus facetas más difíciles. Frida Kahlo, Elisabeth Catlett, Alice Neel o Louise Bourgeois compartieron su mirada para reflejar la realidad del tema.
En esta pintura, Lilla Cabot Perry nos muestra a una madre que parece ausente, cansada, ¿y arrepentida?
Orna Donath publicó en 2016 el libro Madres arrepentidas donde reunió el testimonio de 23 mujeres que se arrepintieron de tener hijos. Estas madres han sido acusadas de no quererlos, pero ellas lo niegan:
“Mis hijos son maravillosos, encantadores y lo que te dan es increíble. No desacredito eso. Ellos dan una dimensión a mi vida que de lo contrario no existiría. Pero ¿qué haría yo si pudiera retroceder en el tiempo sin sentir culpa ni todas esas ataduras? No elegiría este camino”