Distopías

El Bosco. El jardín de las delicias, 1500-1505

Museo Nacional del Prado, Madrid

El diccionario de la Real Academia Española define el término distopía como la representación ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana.

 

El término fue usado por primera vez en 1868 por John Stuart Mill en una intervención parlamentaria. Distopía, que significa etimológicamente mal lugar, es lo opuesto de la utopía, un concepto que popularizó Tomás Moro en la obra del mismo nombre donde describe un sitio ficticio que nos hace reflexionar sobre el presente. 

 

Los mundos distópicos se han representado a través de la literatura, del cine, de las series, videojuegos, etc, pero también numerosos artistas, como El Bosco, han plasmado visiones de mundos desconocidos en sus obras. 

 

¿Qué hay detrás de esta obra de El Bosco? ¿Estamos frente a una utopía, distopía, ironía o herejía? El Bosco nos presenta su particular visión del mundo en forma de tríptico. Es una interpretación de tres espacios irreales: el paraíso, la tierra y el infierno.

 

Haciendo un alarde imaginación, recrea estos tres espacios donde nunca ha estado presente a través de un conglomerado de figuras imposibles: insectos desconocidos, máquinas sin inventar, instrumentos de tortura, seres deformes. 

 

Frente a la armonía de la tabla del paraíso, nos topamos con la oscuridad y el incendio de la tabla del infierno repleta de seres que sufren las consecuencias del pecado. Seres que habitan un mundo distópico donde son castigados por haber disfrutado en vida de los placeres sin haber medido las consecuencias que esto podía tener. 

 

Es fácil pensar en la disparidad de criterios para entender las utopías y las distopías. Y aunque quizá nunca lleguemos a un punto común para diferenciarlas, estamos de acuerdo en que El Bosco crea un imaginario único que nos engancha y nos impide quitar el ojo de los paneles que representan el horror.

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Wunderkammer